El ex lateral del Barcelona, Dani Alves, quien lleva tres noches en la cárcel, por una denuncia por violación: “Me resistí pero él era mucho más fuerte que yo”.
El hecho por el que se le acusa ocurrió en la madrugada del 30 al 31 de diciembre, en una club nocturno de Barcelona. Ahí, Alves habría abusado de una joven de 23 años en el baño, “Yo no sabía qué había detrás de esa puerta, pensé que habría otra zona VIP“, dijo la denunciante a la policía.
Pero las cosas para el brasileño no se quedarían en eso, una de las acompañantes de la víctima también afirmó que Alves le estuvo toqueteando sus partes íntimas y manoseando con violencia, momento en el que ella se alejó del jugador. Lo que coincide con las denuncias de la víctima, quién aseguró que en un momento se alejó de sus acompañantes “Fue cuando me di cuenta de cómo tocaba a mis amigas y de lo pegado que estaba a ellas”, señaló la denunciante.
Alves sabe que esta en problemas e incluso cambio de abogado, será Cristóbal Martell quién defenderá al ex jugador del Barcelona en la causa abierta por la supuesta violación de una joven en una discoteca.
Las declaraciones de la victima son contundentes y dejan en evidencia lo que hizo esa noche Alves.
“Se puso detrás y empezó a decirme cosas, puede que en portugués porque no entendía nada. Me estaba dando asco (…) Desde atrás me cogió la mano y la puso como en su pene y la quité. Lo hizo dos veces, la segunda con mucha fuerza y la volví a retirar”, empezó contando la joven.
“Lo que vi al entrar era un lavabo minúsculo, con un váter y un lavamanos. Cerró la puerta. Le dije que me quería ir y él contestó que no me podía ir de allí. Bajó la taza del váter y se sentó. Tiró de mi con fuerza, acercándome hacia él. En todo momento le dije que parase y que me tenía que ir. Él solo decía que no me podía ir y que le tenía que decir que yo era su putita”, añadió la victima.
“Me puso de espaldas contra el lavamanos con el vestido levantado y empezó a rozar su pene contra mi cuerpo. Me puso contra el váter y me penetró de manera violenta. Sé que terminó porque se relajó, creí notar que se corría dentro (…). Así que me levanté yo también y me giré para abrir la puerta pero dijo ‘tu no te vas a ir, salgo yo primero’. Una vez que él salió, no sé cuanto tardé en poder salir porque de los propios nervios no podía abrir la puerta. Al salir ya no había nadie, solo estaba mi prima, mi amiga había ido al baño”, dijo a la policía catalana.